sábado, 12 de junio de 2010

Sobre drogodependencias...


Esta exposición me sirvió sobre todo para realizar un análisis global de la desadaptación en general, pues ya cansada de atender a cuestiones similares durante todo el curso, no podía concentrarme en el colectivo en concreto y mi pensamiento divagaba por todos en general. De todos modos voy a realizar un intento de centrarme ahora y sintetizar lo que opino sobre las personas con problemas de drogodependencia.


Las drogas desde luego, son el demonio materializado. Yo creo que ya puedes ser la mejor persona del mundo y la más feliz de espíritu, que si ellas te tocan, te llevan al infierno o al menos te acercan mucho al calor de su fuego. En primer lugar es cierto que habría que clasificar los tipos de drogas y los grados de dependencia, de modo que adjunto mi propia diferenciación:


- Drogas normalizadas: entre las que se encuentran el tabaco, el alcohol y el cannabis.

- Drogas de primer grado: cocaina y drogas de síntesis (estasís, metanfetamina, gamma o extasís líquido, polvo de angel, poppers, etc.)

- Drogas de segundo grado: drogas inyectables como la heroína, la ketamina... aunque puedan ser consumidas de otros modos.


Lo que está claro es que generalmente el consumo de una sustancia es el que te lleva a la siguiente, salvo excepciones; algunas personas se estancan en un consumo o acaban dejándolo, mientras que otras aumentan las dosis o el nivel, y es en esta falta de control donde yace el gran problema del consumo.


Pienso que toda adicción es un problema, puesto que limita la libertad de quien la padece, obliga a disponer de dicha sustancia sean cuales sean las condiciones y suele tener efectos negativos para el consumidor. Para entender lo que pienso, pongamos un ejemplo: un empresario fumador que pretende realizar una venta, debe acudir a una reunión en la india donde debe pasar siete días para lograr la venta. Cuando llega se da cuenta de que se encuentra en un espacio buda donde obviamente está prohibido fumar y él comprede que no puede faltar el respeto si quiere lograr su objetivo. En los 100 kms más cercanos no ha encontrado ningún establecimiento que venda tabaco y a él se le ha agotado el suyo. El primer día en su tiempo libre, ha recorrido varios lugares en busca de tabaco, en el segundo se encuentra con verdaderas necesidades de fumar y ha seguido buscando, el tercer día probablemente su humor se verá totalmente afectado por la necesidad y sus relaciones dificilmente serán tan cordiales como al principio. Su estado de ansiedad por la falta de la sustancia habrá aumentado y para el día de cierre probablemente le haya afectado tanto, que habrá perdido su negocio, además no habrá disfrutado del viaje.


La necesidad ha obligado a la persona a sacrificar cosas importantes de su vida y ha creado estados emocionales perjudiciales para ella, sin embargo no tiene porqué ser consciente de ello.


Cualquier tipo de consumo de drogas pues, para mí es negativo y liberarse de él, provoca una sensación tan agradable que favorece el aumento de la autoestima, el fomento de la actividad y el incremento de la motivación de vivir.


Tanto el tipo como las formas de ser consumidas tienen relación en el grado de dependencia que se encuentra la persona toxicomana y por lo tanto en la intensidad del tratamiento que deban afrontar. Ningún tipo de abandono resulta fácil ni cómodo, y para lograrlo absoluto, es necesario haber tomado una decisión muy clara previamente. Mientras la persona no esté totalmente convencida no habrá posibilidades de que el tratamiento dé resultados.


En la actualidad existen muchos proramas y proyectos dedicados a este problema, muchos ofrecen resultados óptimos, y sus protocolos están muy bien organizados. Creo que si existe un alto grado de consumo no se debe a la falta de recursos en este sentido, sino más bien se vincula a otros factores de mayor profundidad y complejidad. Sin ir más lejos, nuestros compañeros encontraron varios recursos que no sólo se dedicaban al tratamiento sino también a la inserción laboral postdeshabituación. Entre ellos, la red de artesanos, centros de día, centros terapeuticos como proyecto hombre, varios movimientos asociativos, pisos de apoyos tutelados, etc.


Pienso que el consumo se ve normalizado en muchos casos, también en el ámbito universitario, sobre todo drogas normalizadas y de primer grado, creo que no interesa descubrir la parte negativa del consumo de drogas.


Bajo mi punto de vista, mientras no exista una conciencia de qué significa adicción y cómo influye esta en la personalidad y en la globalidad de la vida de una persona y de las que le rodean, no habrán intervenciones que abarquen un porcentaje tan amplio como para resolver este suceso. De hecho con las nuevas problemáticas emergentes de estrés laboral, de falta de confianza, de violencia, etc., que vienen de la mano de la mecanización y las nuevas tecnologías, me hago suposiciones de que el consumo va a aumentar como método de evasión del problema global.

Ojalá mi visión sea errónea.

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